La eterna presencia de la ausencia, el proyecto ganador del concurso de la UNESCO para el Centro Cultural de Bamyan.
La eterna presencia de la ausencia, el proyecto ganador del concurso de la UNESCO para el Centro Cultural de Bamyan.

La eterna presencia de la ausencia, el proyecto ganador del concurso de la UNESCO para el Centro Cultural de Bamyan.

Después de la destrucción en 2001 por parte de los talibanes de las dos colosales estatuas del Buda, las más grandes del mundo con 1500 años de antigüedad, la UNESCO, con el apoyo económico del gobierno de Corea del Sur, convoca en 2014 un concurso internacional para el Centro Cultural Bamyan. Un centro para preservar el patrimonio existente y promover el desarrollo social y cultural de la región.

Un proyecto arquitectónico con un impacto visual mínimo en el territorio

El proyecto ganador del concurso para el Centro Cultural Bamyan de M2R Arquitectos propone un nuevo centro vital para comunicar y compartir ideas: no es un edificio-objeto, sino más bien un lugar de encuentro; un sistema de espacios donde el imponente paisaje de los acantilados de los Budas se entrelaza con las actividades culturales que el Centro promoverá.
El edificio, terminado en 2021, no fue 'construido' sino más bien 'descubierto' tallándolo fuera del terreno. Esta solución propuesta, a diferencia de otros proyectos de arquitectura presentados, busca crear un edificio con un impacto mínimo que se integre completamente en el paisaje, aprovechando la inercia térmica y el aislamiento del terreno además de representar un verdadero homenaje a las tradiciones constructivas locales.

La eterna presencia de la ausencia, el proyecto ganador del concurso de la UNESCO para el Centro Cultural de Bamyan.

Espacio abierto al paisaje y a la cultura

Cuando los visitantes se encuentran frente al nuevo Centro Cultural, en lugar de ser abrumados por un edificio que domina el paisaje, se encuentran primero con un jardín abierto que acoge de manera armoniosa a toda la población de la ciudad de Bamiyan. El Centro Cultural, que desarrolla sus interiores bajo el nivel de acceso, deja espacio para la vista panorámica del valle de Bamiyan y los acantilados de los Budas.
Además, son precisamente los techos del centro los que crean plataformas panorámicas sugerentes donde los visitantes y los habitantes locales pueden encontrarse, contemplar el paisaje y curiosear entre las actividades del Centro Cultural.

La eterna presencia de la ausencia, el proyecto ganador del concurso de la UNESCO para el Centro Cultural de Bamyan.

Tres edificios que estructuran el centro cultural

Una rampa suave, alineada con la hornacina, ahora tristemente vacía, de la estatua del Buda gigante occidental, guía al visitante hacia una plaza que sirve como núcleo vital para el centro cultural: un espacio abierto para actividades culturales.
Los espacios de la rampa y la plaza están delimitados por los tres edificios del Centro: en el Edificio de Actuaciones y Exposiciones se llevan a cabo las actividades públicas; el Edificio de Investigación y Educación contiene las actividades semipúblicas y el edificio administrativo alberga las actividades privadas.

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Interiores austeros y luz natural, guías para la contemplación

Los espacios interiores del Centro Cultural Bamyan son deliberadamente despojados para fomentar, con su austeridad, una actitud contemplativa y reflexiva.
Las aberturas en los techos crean líneas de luz que se mueven siguiendo la trayectoria del sol a través del cielo, brindando la experiencia visual del paso del tiempo.
Los espacios abovedados del área de exposiciones están orientados en línea con el eje de la hornacina del Buda occidental y enmarcan las vistas hacia ella, proporcionando un dramático telón de fondo histórico a las manifestaciones culturales contemporáneas.

La eterna presencia de la ausencia, el proyecto ganador del concurso de la UNESCO para el Centro Cultural de Bamyan.

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